Los ojos son de vidrio, las orejas están hechas con pequeños trozos de fieltro y los bigotes, de un gato real. Cada parte está ensamblada a la perfección por la artista japonesa Sachi.
Para su obra utiliza al menos 200 tonos de color de lana de fieltro para que la cabeza del retrato tenga una textura idéntica a la de un gato real.
El proceso de elaboración lleva al menos 10 horas diarias en un mes. Primero mira fotos del gato real que quiere replicar para verificar el tamaño de cada parte de la cara y el color del pelaje. Suele tardar unos 10 días en preparar la base del retrato. La parte más complicada son los ojos: para ello mezcla diferentes pinturas acrílicas para dar color al vidrio.